Elegir el andador adecuado puede ser una experiencia difícil. No siempre es fácil aceptar que necesitas ayuda y encontrar un andador que realmente te convenga. Por eso, nos gustaría compartir cinco testimonios de usuarios de andadores que finalmente encontraron el modelo ideal.
“Mi madre me puso un ultimátum: o elegía un andador en dos semanas, o ella elegiría uno por mí.” – Greg
Greg Cooley tuvo dificultades para aceptar que ya no podía caminar sin ayuda después de su accidente, a pesar de que le costaba caminar y mantener el equilibrio. La realidad lo golpeó de verdad cuando se cayó en el trabajo. Su madre había intentado convencerlo durante años de que necesitaba un dispositivo de asistencia, y después de esa caída, le lanzó un ultimátum: debía elegir un andador en dos semanas, o ella se encargaría de ello por él.
Greg no pensaba que ella hablara en serio, pero cumplió su palabra. Al final, Greg eligió el Trionic Veloped. Ahora, nunca sale de casa sin su andador. También lleva consigo todo lo que necesita, incluidos sus dos perros, Chewy y Dexter. Su andador lo acompaña a todas partes, incluso en la playa, en senderos rocosos, sobre hielo, nieve y adoquines.
“Me tomó alrededor de dos meses darme cuenta de que realmente lo necesitaba y hacer mi propia elección…” – Janneke
Janneke tiene 25 años. Vive en los Países Bajos y le gusta pasear y salir con sus amigos. Debido a su esclerosis múltiple, tiene problemas de equilibrio y movilidad, entre otros. Su fisioterapeuta le recetó un andador. Sin embargo, no era su elección, así que decidió usar el andador de su abuela. Le costó mucho trabajo utilizarlo durante los primeros meses. No quería usarlo. Al principio, utilizaba su bicicleta para ayudarle a encontrar su equilibrio y reducir el riesgo de caídas. Eso no fue útil en absoluto y, de hecho, era un poco peligroso. Sin embargo, le tomó tiempo entender que un andador podía ayudarla realmente y tomar la decisión consciente de usar uno por sí misma.
Finalmente, decidió comprar un andador moderno, el Carbon Ultralight. El andador de su abuela era mucho más difícil de usar y, como estaba anticuado, a menudo recibía comentarios como «¿robaste el andador de tu abuela?». Hoy, está feliz de haber tomado la decisión de usar un andador. Ha recuperado gran parte de su libertad. Cuando no usaba el andador, se cansaba más rápido, lo que también significaba que estaba menos activa y no salía con sus amigos. Ahora, el andador es parte de su vida, al igual que la bicicleta. Hoy, considera muy importante mantener la mente abierta y ampliar las posibilidades. Por ejemplo, una salida al supermercado es mucho menos agotadora para ella y puede pasear más fácilmente con su familia porque puede descansar más.
“Al principio, desviaba la mirada cuando la gente me miraba. Más tarde, me di cuenta de lo agradable que es tener apoyo. Eso compensó todo.” – Stephanie
Stephanie fue diagnosticada con esclerosis múltiple en 2021. Le resultó difícil comprar un andador porque no lo necesita siempre, lo que le hacía sentir que no podía hacerlo. Afortunadamente, Janneke (la persona anterior de la que hablamos en este artículo) le dio un empujón, ya que ella tampoco siempre necesita su andador, pero le ayuda…
Después de su primer paseo, notó que se sentía menos cansada. Se dio cuenta de que muchas personas la miraban y eso le resultaba muy molesto e incómodo. Más tarde, se dio cuenta de que es agradable tener apoyo y lo que eso hace por ella, y para ella, eso compensa todo…
Al principio, Stephanie usaba una combinación de una silla de ruedas y el andador Rollz Flex. Más tarde, decidió comprar un Rollz Motion Performance, que en realidad es un andador 2 en 1. La idea de que ahora puede sentarse y ser empujada tan pronto como se sienta demasiado cansada es muy reconfortante para ella. Esto también significa que no tiene que preguntarse si podrá llegar al coche o no.
“Casi siempre estaba sentado en mi terraza mirando las montañas e imaginando cómo sería disfrutar de la naturaleza junto a un arroyo.” – Timothy
Timothy Ketcham es un veterano que padece fibrosis pulmonar y tiene problemas de equilibrio. Por ello, depende de un perro guía y de un andador. No hay nada que le guste más que estar al aire libre y hacer senderismo en las montañas. Desafortunadamente, esto ya no era posible con su andador. Su sueño era poder volver a disfrutar plenamente de la naturaleza. Así que ahorró para encontrar un andador que pudiera apoyarlo en esta tarea: el Trionic Veloped. Finalmente, ganó este andador en un concurso, lo que le permite volver a disfrutar de su libertad y de sus caminatas.
“Cuando paseo con Bertha, la gente a menudo se me acerca porque es preciosa.” – Uli
Uli padece fibrosis pulmonar, lo que significa que a veces tiene muy poco oxígeno en la sangre. Por eso, necesita sentarse para descansar. A Uli le encanta ir de compras, pero sin un andador ya no podía hacerlo. Era demasiado agotador y tenía que sentarse cada 20 minutos. A menudo tenía que pedir a la gente que se levantara para dejarla sentarse. Esto no era fácil, ya que a menudo se trataba de personas mayores o de un grupo de jóvenes, y le costaba explicar que tenía una discapacidad. También recibió muchas veces comentarios como que no se notaba. Esto la frustró mucho y dejó de salir de compras. Ahora que tiene un Carbon Ultralight (al que llamó «Bertha»), ya no lo piensa. Pasea y cuando quiere sentarse, simplemente lo hace en su andador. No tiene que mirar a su alrededor para ver dónde está el próximo asiento, lo que le devuelve más libertad e independencia.
Esperamos que estas historias te hayan inspirado. ¿Estás buscando un nuevo andador? Visita nuestra página de contacto y te ayudaremos a encontrar el distribuidor más cercano.